'Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí... De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti... Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya'

jueves, 14 de abril de 2011

Inevitable...

Puedes evitar caerte, hacerte una herida, una bronca de tu madre, pelearte con un amigo, suspender un examen... Incluso puedes evitar el estar mal, llorar. Lo que jamás podrás evitar es enamorarte ¿Y cuando lo haces? No podrás evitar sentirte bien. Tener ese cúmulo de sensaciones y emociones. Esas mil mariposas revoloteando por tu estómago. No podrás evitar el pensar que apartir de ese instante, ya no serás tú. Que tu estado emocional dependerá de esa persona. Que a pesar de todos los 'contras' que el tiempo ponga en tu camino, seguirás intentándolo como si fuera el primer día. Y una vez que lo reconozcas, no podrás evitar rallarte, pasarlo mal o bien, reir o llorar. Que la cosa más insignificante te recuerde a él y a un momento vivido ¿Lo reconoces? ¿Estás enamorada? Vale, pues entonces, prepárate para no poder evitar quererle día a día, noche tras noche.

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