'Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí... De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti... Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya'

sábado, 16 de abril de 2011

Aprendí que los amores pueden terminar en una noche. Que grandes amigos pueden volverse grandes desconocidos y que desconocidos pueden volverse grandes amigos. Que nunca terminamos de conocer a una persona de verdad. Que el “nunca más” nunca se cumple y que él “para siempre” siempre termina. Que el que arriesga no pierde nada y que perdiendo también se gana.

No hay comentarios: