'Y vuelves a atrapar mi tristeza para esconderla en tu bolsillo, para alejarla de mí... De nuevo has sembrado el jardín de mis pesadillas con nuevos sueños, con otras esperanzas. Y yo sigo llena de amor por todo aquello que te pertenece, llena de celos por todo lo que te roza y me quita un trocito de ti... Y tú sigues aquí, entregándome la vida en cada suspiro, suplicando mis besos sin saber que ni siquiera tienes que pedirlos... Porque son tuyos, porque yo ya no soy mía, sino tuya'

sábado, 25 de junio de 2011

Deseos abusrdos y locos...

Noche. Noche encantada, ligera, hechizada. Noche de estrellas fugaces, de deseos absurdos y locos, casi asombrosos. Era la noche de esa semana en que cada uno expresa su deseo más íntimo siguiendo las estrellas fugaces. Todos estábamos allí, en la orilla. Pero, sobre todo, estaba él. No habíamos vuelto a hablar desde el día en que nos habíamos besado. Casi me había evitado. De vez en cuando, intentaba captar su mirada, pero él parecía no verme. Es decir, me daba cuenta de que, a pesar de que él miraba en mi dirección, cuando trataba de encontrarme con sus ojos jamás me lo permitía, su mirada nunca se cruzaba con la mía. Era como si me rehuyese. Bah, no hay quien entienda a ciertos chicos.
- F.Moccia -

lunes, 13 de junio de 2011

Da igual lo que elija, el resultado es el mismo.

Mira al frente. ¿Los ves? Son muchos caminos. Tengo muchas opciones. Pues ninguna me convence. Y es un asco. ¿Que cuál es el problema? El problema es que siento que elija la que elija no me servirá, el problema es que siento que no te voy a tener nunca, el problema es que sé, aunque me empeñe en negarlo y siga con mis falsas esperanzas, que no sientes nada por mí... Así que no sé cuál de todas las opciones es la menos mala... Si te digo que te quiero corro el riesgo de que mis miedos se cumplan y me digas que tú no sientes lo mismo. Y entonces perdería toda la magia, toda la ilusión, todas las razones por las que despertarme con una sonrisa por las mañanas para ver si ese día te veo y te enamoras de mí... Pero es que si no te lo digo tendría que seguir alimentando falsas ilusiones cada día. Y cada vez se hace más duro. Porque no sé si lo sabes, pero analizo todos y cada uno de tus gestos, de tus sonrisas, de tus frases... para ver si a mi me dedicas alguna especial. No te preocupes, sé que la mayoría de las veces me invento que sí, pero soy perfectamente consciente de que ni una sola va para mí. Pero no puedo evitarlo, lo siento, necesito buscar esas excusas estúpidas que me dejan soñar que algún día te voy a tener. El problema es que cada vez duele más el darme cuenta de que son exactamente eso, excusas y estúpidas.La otra opción es callármelo, no decirte todo lo que te quiero y las ganas que tengo de besarte, y de inventarme un mundo contigo, de provocar todas tus sonrisas y de comerte a besos hasta que me olvide de que día es y me vuelva loca de quererte tanto. Puedo callarme todo lo que siento por ti, no decirte que me tiemblan las piernas cuando te veo, que cada vez que me rozas sin querer revolucionas todas las mariposas que siento en la barriga, que cuando me miras no soy capaz de aguantarte la mirada más de 3 segundos porque a cada segundo que me pase aumentan más mis ganas de besarte, y temo que llegue un segundo en el que pierda el control y te tenga que besar... Pero esta opción tampoco me vale, porque yo no soy una cobarde, y porque si me quedo callada no me quedaré tranquila nunca, pensando en que "¿y si...?". No, como leí una vez "el amor es para los valientes". Y tú tienes que ser para mí. Además, a eso hay que añadirle que cada vez que te veo me cuesta más olvidarte después. Y si estoy contigo, el miedo a perderte me impide decirte que te quiero, pero es que después, cuando no te tengo a mi lado, me matan las dudas, la incertidumbre, la remota posibilidad de que me puedas querer, el remordimiento por no haberte confesado nada... Y me estoy volviendo loca. Porque tengo tantas opciones que no sé cuál elegir, y porque, inevitablemente, elija la que elija me voy a equivocar... porque sé que no eres para mí, porque sé que tú no sientes lo mismo. Porque da igual la opción que elija, el resultado es que te pierdo...