Que sí, que vale, que no sé lo que quiero, que ya, que lo sé... Qué un día me verás riendo y pensando en él, y al próximo día me verás hablándote de otro, que pensarás que soy una golfa, o algo así, pero te equivocarás... Pero, ¿Sabes qué te digo? Que me da igual lo que pienses, allá tú, yo voy a vivir a mi manera, crearé mis propias reglas, solo yo sabré jugar a este juego. Que sí, por una vez en la vida voy a seguir un consejo que me dio mi madre ¿Qué cuál es? Que soy joven y ahora lo que me toca es vivir la vida, que no me tengo que amargar por nada y mucho menos por nadie, que si un día me gusta uno pues a por él, y que si al día siguiente me gusta otro, pues adiós al anterior y buenos días a este, que tengo casi 17 años, no 24, que tengo que disfrutar, ya encontraré al indicado algún día. Sinceramente no sé porque he llegado a esta conclusión, quizás porque he sufrido bastante y porque últimamente no sé ni lo que quiero ni tampoco a quien quiero, y sí, paso de agobiarme, paso de luchar por alguno de ellos, que lo admito, que los veré y querré tenerlos, pero que no me quiero agobiar, no quiero centrarme en nadie, solo en aquellas personas que considero mis amigos. Pero bueno, a lo que iba, que necesito disfrutar día a día sin agobiarme, porque si no vivo yo mi adolescencia y toda esta vida que me queda por vivir... ¿Quién la vivirá por mí?
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